martes, 28 de septiembre de 2010

Para tí

Ojala puedas sentir la energía que libero para tí. Que tu cuello se erize porque me recuerdas y sonrías. Es lo que hace falta para que el tiempo pase como un arroyo, pensar en lo que se siente y sostenerse de eso, pues el día menos vigilado no hará falta recordar porque podremos mirarnos frente a frente.

Imagino que debo dar risa, moviendo las manos y con todas mis muecas "escuchen esto" y leo un poema que seguramente habla de desamor. Pero eso te gusta, y al recordarlo sonríes.

¿Que tal si olvidamos cómo se llama y nos concentramos en lo que profundamente es?

domingo, 19 de septiembre de 2010

Carta

No es tanto pensar, sino tratar de pensar cómo dejar de hacerlo. ¿Cuántos controlan aquello que al final es lo único que los hace sentirse vivos? Menos vacíos -el vacío es una contradicción-.

Son pocos los dichosos que no temen, los que piensan y dicen, los que aceleran para llegar antes y saber qué pasa, esos; los que están “locos”. “Los cuerdos” son los lentos ¿qué importa estar “locos” si eso significa vivir? Solo lo acepto si la locura se refiere a expresar, sentir, mostrar, y dar cuando quieres y no, cuando por fin, te lo permiten.

Los demás: los comedidos, “los serios”, “maduros”, que esperan estar listos para querer el momento perfecto, ignorando que todo momento en realidad lo es, no están cuerdos; tienen muchísimo miedo por dentro, o están muertos.